jueves, 17 de junio de 2010
EL COLECTIVO PROPONE
BIBLIOTECA CIUDADANA DIGITAL
Recursos educativos sobre Educación para la Ciudadanía "Somos protagonistas de nuestro mundo"
ALBOAN trabaja desde hace más de 6 años en la formación, experimentación y elaboración de materiales educativos en torno a la educación ciudadana. Fruto de este trabajo compartido es el conjunto de recursos educativos que han elaborado. Estos materiales se inscriben dentro del proyecto Munduko hiritarrok, somos protagonistas de nuestro mundo, una iniciativa que ALBOAN desarrolla en colaboración con diversas instituciones y organizaciones y que tiene como objetivos ofrecer a la comunidad educativa recursos y materiales didácticos en el ámbito de la educación para la ciudadanía, impulsar la reflexión sobre este tema y favorecer el intercambio de experiencias para la generación de aprendizajes.
Kit de materiales educativos para trabajar la ciudadanía.
Esta publicación recoge la investigación sobre educación para la ciudadanía llevada a cabo por ALBOAN en colaboración con la Universidad de Deusto: partiendo del análisis de las diferentes definiciones existentes sobre el tema de la ciudadanía y de la educación ciudadana, analiza su realidad actual (en lo que respecta a principios educativos, objetivos, contenidos y metodologías), presenta 12 experiencias concretas de educación ciudadana en diferentes espacios educativos, (tanto en educación formal como no formal) y con colectivos de diferentes edades (infancia, jóvenes y personas adultas) y termina proponiendo algunas pistas para el camino que queda por recorrer en este campo.
La publicación va acompañada por un CD en el que se incluyen recursos y documentos adicionales.
1. Una publicación sobre la investigación realizada en torno a "Educación para la Ciudadanía" en la que podemos encontrar
* Un acercamiento al concepto de ciudadanía y educación para la ciudadanía.
* Un análisis de las propuestas de educación para la ciudadanía que hoy en día se están realizando en el País Vasco y Navarra.
* Una serie de recomendaciones para las personas interesadas en trabajar en educación para la ciudadanía.
2. Una Tarjeta-CD (incluida en la publicación) en el que se ofrecen artículos de interés, la investigación completa y páginas Web de referencia en materia de educación para la ciudadanía.
3. Un CD-DVD en el que se recopilan diversos materiales educativos para educar en la ciudadanía tanto en ámbito formal como el no formal (entre ellos 4 vídeos con sus guías de trabajo). El CD-DVD ofrece además un servicio de búsqueda de actividades en función de temáticas, ciclos educativo y/o edades.
Este kit de materiales contiene un cd-dvd en el que están recogidas:
• 7 unidades didácticas para diferentes materias de la etapa de secundaria y bachillerato.
• La propuesta multidisciplinar “Munduko hiritarrok, somos protagonistas de nuestro mundo”, que aborda tres temas fundamentales en la educación para la ciudadanía: los derechos y deberes, la participación social y el manejo de conflictos.
• 6 exposiciones, cada una con su guía didáctica correspondiente.
• 4 vídeos, cada uno con su guía didáctica correspondiente.
El kit incluye también tres juegos y tres series de posters que ofrecen actividades complementarias para abordar la educación para la ciudadanía.
ACCIÓN CIUDADANA EN COLIMA (NOTICIAS RELEVANTES)
Reforzará IEE-Colima educación cívica y capacitación electoral
Política - Viernes 22 de enero (19:50 hrs.)
- Lograr una mayor cultura de la democracia entre los colimenses, el objetivo
- En los próximos días se definirá el calendario al que se apegarán los programas: Hernández Briceño
El Financiero en línea
El presidente consejero, Mario Hernández Briceño, informó lo anterior y dijo que en los próximos días se definirá el calendario al que se apegarán los programas, pero adelantó que los rubros mencionados serán los más fortalecidos, con una serie de proyectos.
Manifestó que se elaborará un rompecabezas educativo sobre la democracia "y se entablarán pláticas con autoridades educativas, sobre todo de planteles escolares, a fin de seguir apoyándolos en la elección y renovación de las directivas de alumnos".
Hernández Briceño destacó que con este reforzamiento, "buscamos que la ciudadanía tenga un mayor conocimiento de las actividades que realiza el instituto, no sólo en época electoral sino también en el inter, y al mismo tiempo elevar la cultura de la democracia".
Al dirigirse al personal del IEE, les hizo extensivo el reconocimiento que a favor de este órgano electoral realizó el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita, "quien catalogó las recientes elecciones colimenses como un ejemplo a nivel nacional".
Detalló que en Colima se registró una votación del 61 por ciento sobre la lista nominal, lo que representa uno de los más altos porcentajes a nivel nacional.
"Pero el reconocimiento del IFE fue también porque al ser una elección concurrente y gracias a la colaboración entre ambos órganos electorales, se logró disminuir el gasto de organización para ambas instituciones", dijo.
Hernández Briceño aseguró que el IFE pretende retomar el ejemplo colimense, "pues podría establecer acuerdos con otras entidades para la instalación de mesa única de recepción de votación para próximas elecciones, debido a los buenos resultados obtenidos en Colima". (Con información de Notimex/TPC)
martes, 15 de junio de 2010
La educación ciudadana es la verdadera educación básica(Juan B. Arríen )
Fortalecer la sociedad civil y, específicamente, la participación y la demanda educativas, son temas y preocupaciones contemporáneos. En ese marco viene enfatizándose la necesidad de una educación en y para la ciudadanía, en y para el ejercicio de los derechos, que incluya al sistema escolar pero que lo trascienda. Múltiples iniciativas han surgido en los últimos años, en todos los países de la región, inspirados en estas premisas: programas y proyectos y hasta nuevas asignaturas de educación ciudadana, educación cívica, educación en valores, educación en derechos, etc. En este contexto, muchas veces se pierde de vista que la propia educación --sin calificativos-- es una herramienta clave de construcción de ciudadanía, y que una sólida educación básica es la puerta de entrada a la posibilidad de una ciudadanía plena. Necesitamos una población informada, consciente de sus derechos y obligaciones, solidaria y sensible con la sociedad políticamente activa, con conciencia a la vez local y global, que participa en la vida comunitaria, se siente co-responsable de los destinos de su país y vota de manera informada y consciente; que cuida su propia salud, la de su familia y la del medio que le rodea; que aprecia y usa de manera significativa la lectura y la escritura para informarse, conocer, comunicarse y actuar; personas seguras de sí mismas, que confían en sus propias capacidades y talentos, que saben identificar sus fortalezas y debilidades, que recurren al diálogo y son capaces de argumentar con propiedad; que piensan por sí mismas y de manera crítica; que saben enfrentar los problemas como desafíos, que están listas para seguir aprendiendo para y en el trabajo, para y en la vida.
La educación básica debe entenderse como educación esencial, fundacional para la vida personal, social, comunitaria, con capacidad de satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de todas las personas (niños, jóvenes y adultos). Porque las necesidades básicas de aprendizaje derivan de las necesidades básicas de las personas. Dichas necesidades no son sólo materiales, sino también identitarias, afectivas, espirituales. Así:
T El Desarrollo a Escala Humana (Max-Neff et.al. 1986) identifica nueve satisfactores humanos: 1. supervivencia, 2. identidad, 3. libertad, 4. comprensión, 5. afecto, 6. protección, 7. participación, 8. creación, y 9. ocio.
T El Desarrollo Humano (PNUD) identifica tres capacidades básicas para el desarrollo humano: 1. llevar una vida larga y saludable, 2. saber y 3. tener acceso a los recursos necesarios para un estándar digno de vida y participar en la vida comunitaria.
Entendida de este modo amplio, la educación básica con la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje pasa a ser educación ciudadana, una educación que prepara en y para el ejercicio activo de la ciudadanía, desde la infancia hasta la edad adulta. Ella integra las múltiples educaciones que suelen aparecer como temas aislados o “transversales”, educación para la salud, para la sexualidad, para el trabajo, para la paz, para la resolución de conflictos, para la convivencia, para la defensa del medio ambiente, para el desarrollo sustentable, para la participación, etc. Todas éstas son en verdad dimensiones constitutivas de una educación básica sólida e integral, la que es a su vez una verdadera educación ciudadana.
jueves, 10 de junio de 2010
ESCUELA, CONVIVENCIA Y CIUDADANÍA (Federico Mayor Zaragoza, Manuel Dios Diz y Calo Iglesias)
Convivir significa compartir vivencias juntos; convivir es, por lo tanto, encontrarse y conversar, "dar vueltas juntos" (cum-versare). Si conversamos en la escuela, estamos construyendo la convivencia escolar; si lo hacemos en la sociedad, en la ciudad, estamos construyendo la ciudadanía, la convivencia democrática.
Aprender a convivir es una finalidad básica de la educación. Se trata de sumar esfuerzos para dar respuestas favorables, conscientes de que la educación para la convivencia democrática y la ciudadanía, para la igualdad entre hombres y mujeres, la educación intercultural, en definitiva, la educación para una cultura de paz, son desafíos que la escuela no puede obviar si quiere encontrar alternativas, positivas y constructivas, a los problemas escolares y sociales del siglo XXI. Jacques Delors lo expresaba muy bien en su libro La educación encierra un tesoro cuando insistía en la necesidad de aprender a ser y de aprender a vivir juntos.
Es cierto que la escuela, en cuanto que comunidad educativa, no tiene todas las respuestas, pero sí que tiene algunas, y necesita otras... porque estamos hablando de una colaboración estable e interinstitucional (socio comunitaria también), de respuestas compartidas con el resto de los agentes sociales, especialmente de aquellos que están más directamente involucrados con la llamada violencia escolar, es decir, la salud, justicia e interior, bienestar social, sin olvidar obviamente a los ayuntamientos y organizaciones de la sociedad civil.
Para dar respuestas positivas se están elaborando proyectos de planes integrales de mejora de la convivencia escolar en numerosas comunidades autónomas y en el propio Ministerio de Educación. Parece necesario y urgente elaborar un buen diagnóstico, actualizado y riguroso, sobre los principales problemas que están afectando a la convivencia escolar, para conocer sus causas, evolución, distribución territorial, por edades, por sexo... porque todo ello permitirá realizar una evaluación real del estado de la cuestión y, en consecuencia, activar y proponer, con visión prospectiva, las mejores medidas integrales de prevención y de intervención.
Un plan integral de mejora de la convivencia escolar y su necesaria adaptación y concreción en cada centro educativo, para no caer en la impunidad, tiene que especificar y desarrollar medidas de carácter formativo, anticipatorio y disciplinario, con protocolos bien detallados para una más oportuna actuación ante los agresores, las víctimas y los espectadores (activos o pasivos) de la violencia escolar. En cualquier caso, serán las propuestas de carácter educativo e integrado (no sólo las punitivas y sancionadoras) las que centren el marco general de las actuaciones.
Un plan de convivencia escolar tiene también que sensibilizar, prevenir y evitar. Debe interpelar directamente a las responsabilidades de cada sector de la comunidad educativa, a la sociedad en su conjunto, a los padres y a las madres o tutores, sobre la compleja problemática de la convivencia escolar, sin alarmismos, sin caer en sensacionalismos, informando sobre los problemas con rigor, de manera positiva, constructiva y esperanzada. Sensibilizar más y mejor a los padres y a las madres, como los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos e hijas, precisamente, en el ámbito en donde se construye la primera cartografía de los afectos, el mapa de las emociones y de los sentimientos, la urdimbre afectiva, como el mejor antídoto contra la violencia, tal y como afirmaba Juan Rof Carballo en su celebrado libro Violencia y ternura.
Pero un plan integral de convivencia escolar que prevenga de manera efectiva contra la violencia debe significar también cambios en los centros educativos y en el profesorado, en los estilos docentes, en las relaciones interpersonales, en las metodologías y en el modelo de organización escolar, en la selección y estructuración de los contenidos curriculares. Estos cambios deberían tener su plasmación real (no sólo formal) en el proyecto educativo de centro y en las tutorías, en los servicios de orientación, en los equipos directivos...
En la actualidad existe una muy amplia coincidencia en reconocer las notables deficiencias en la formación inicial del profesorado de educación infantil, primaria y secundaria, sobre todo, en estas cuestiones tan relevantes, por lo que recibimos gratamente las propuestas de reforma del título de grado y el máster en formación del profesorado de secundaria, en los que se recogen, de forma genérica, aspectos como la diversidad, la educación en los valores cívicos y democráticos, la resolución pacífica de conflictos, la igualdad de género, los derechos humanos o la educación para una ciudadanía activa.
También la formación del profesorado en servicio necesita de una reforma en profundidad, tanto en los contenidos como en las metodologías, privilegiando la formación en los propios centros de trabajo para que tenga una repercusión real en la práctica docente de cada día.
Consideramos muy urgente la puesta en marcha de equipos de mediación y de tratamiento de los conflictos en cada centro educativo, de carácter mixto e interdisciplinar, integrados por profesorado, alumnado, padres y madres, y profesionales como psicólogos, educadores sociales, psicoterapeutas, con espacios y tiempos, en los que el trabajo cooperativo, la colaboración entre iguales, la atención individualizada, la ayuda en propuestas de diversificación curricular, la comunicación y el diálogo sean la norma y no la excepción.
De igual modo nos parece acertada la creación de Observatorios de la Convivencia Escolar, con funciones precisas y composición plural, con autoridad moral y autonomía suficiente, con la financiación adecuada, para investigar, analizar, sensibilizar, ayudar, programar, orientar y evaluar, así como para hacer propuestas de mejora de los respectivos planes de convivencia.
Somos conscientes de no haber agotado el tema. Tan sólo nos queda insistir en que los valores de ciudadanía y los derechos humanos se aprenden, se deben de aprender como un valor en sí mismo. No como una necesidad reactiva derivada de los problemas puntuales que surjan, como un objetivo constitucional y como una de las finalidades máximas de la educación. Y aprendemos a convivir interactuando, dialogando, escuchando activamente, asumiendo responsabilidades, compartiendo vivencias y propuestas, debatiendo, intercambiando ideas y opiniones diferentes, acordando, encontrando aspectos comunes, reflexionando, produciendo pensamiento crítico... porque la educación para la convivencia, la educación para la ciudadanía y los derechos humanos es, como sabemos, una educación en valores prosociales, imprescindibles en una sociedad democrática de auténticos ciudadanos y ciudadanas libres, conscientes y responsables.
Aquellas autoridades religiosas que objetan de una formación ciudadana deberían pensar muy bien si imponer credos indiscutibles y dogmáticos es el mejor camino para difundir los mensajes de amor, solidaridad y dignidad humana en los que se basan las religiones, de los que son fundamento, precisamente, los principios esenciales de la educación ciudadana.